En el atardecer del 4 de diciembre de 1978, que tiñó el cielo de tonalidades cálidas y esperanzadoras, la comunidad de El Trébol vivió un momento histórico. Ante los fieles congregados frente a la Ruta 13 y el Boulevard Eva Perón, se llevó a cabo la inauguración del monumento dedicado a la Virgen María.
La jornada comenzó con el descubrimiento de la imagen, develada por los miembros del Consejo Parroquial.
José Cerchio, presidente del Consejo Parroquial, tomó la palabra para expresar su gratitud a todos los que hicieron posible la realización de este hermoso monumento. Destacó la gran proyección y el sentido de comunidad que demostraron los vecinos al colaborar en esta iniciativa. Asimismo, agradeció el apoyo brindado por las autoridades locales y por todas aquellas personas que, con su aporte, hicieron realidad este sueño colectivo.
Posteriormente, el Padre Tibaldo procedió a bendecir la escultura, invocando la protección celestial sobre la obra y sobre toda la comunidad. En ese instante, la imagen de la Virgen, bañada por los últimos rayos del sol, parecía cobrar vida, irradiando paz y esperanza.
A continuación, el párroco entregó simbólicamente el monumento al señor intendente, contador Ángel Mateo Rossi, quien visiblemente emocionado, aceptó esta responsabilidad con profundo respeto. En su discurso, el intendente agradeció a la comunidad y a la Iglesia por esta hermosa obra, y se comprometió a cuidar y preservar el monumento como un símbolo de la fe y la identidad de El Trébol.
El artista Domingo Polichiso, creador de la obra, fue el encargado de explicar el significado profundo que encierra cada detalle de la escultura. Con pasión y maestría, describió las líneas, los colores y la orientación de la imagen, revelando el proceso creativo que lo llevó a plasmar su visión artística.
Para culminar este emotivo acto, el Padre Tibaldo ofició una misa, durante la cual sus palabras resonaron con especial fuerza en el corazón de los fieles. Al finalizar la celebración, el párroco pronunció una frase que quedaría grabada en la memoria de todos: “María cuidará a El Trébol, El Trébol cuidará a María”.
Con esta frase, la comunidad de El Trébol reafirmó su compromiso de honrar y venerar a la Virgen María, y de preservar este hermoso monumento como un legado para las futuras generaciones. Aquel 4 de diciembre de 1978, la fe se hizo tangible, y la imagen de la Virgen María se convirtió en un faro de esperanza y unidad que perdura hasta nuestros días.