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El Trébol
martes | 4/11/2025

A 31 años de su partida: Luis Correa, nuestra voz del tango

martes 4 noviembre 2025

Ruben Adalberto Pron 

Francisco Luis Correa Andino, nacido en El Trébol el 2 de abril de 1928 y fallecido en Mar del Plata el 23 del mismo mes de 1992, fue un cantor de tangos «dueño de una cálida voz, afinado, con mucho oficio y un estilo característico», según lo recuerda Aníbal Marconi en el sitio web Todo Tango.

La vocación por el canto lo ganó desde joven y antiguos vecinos del pueblo lo recordaban como animador, con su guitarra, de aquellas fiestas de patio con las que las familias de la primera mitad del siglo XX celebraban un cumpleaños, un casamiento o el aniversario de algún acontecimiento significativo para ellas.

Con una carrera artística ya consolidada solía visitar en escapadas a El Trébol, ya sea para cantar o simplemente para visitar en el pueblo de su niñez y adolescencia a parientes y amigos como los Artaza y los Céliz, el Ñato Demetrio Correa y su suegra doña Ramona Mansilla, que vivía donde hoy existe el cuartel de bomberos, y Pascual “Correa”, que en realidad era Guzmán, medio hermano del Ñato recién nombrado.

Llevado por sus sueños, rechazó una oferta para cantar en la recordada orquesta local «típica y característica» Santa Rita, surgida en 1947, y se instaló en Mar del Plata, donde se inició como intérprete de tangos en 1951 e invitado a participar en Buenos Aires del concurso Ronda de Cantores, organizado por Radio El Mundo, lo ganó logrando despertar el interés de otra voz ya consagrada como la de Oscar Alonso, que lo apadrinó artísticamente.

Esta incursión en el ambiente porteño lo vinculó con lo más granado del 2×4 de la época y le permitió debutar profesionalmente en 1953 incorporado a la orquesta Francini-Pontier con la que el 4 de noviembre del año siguiente hizo sus primeras grabaciones registrando los tangos Noche de locura y Perdóname.

Su carrera siguió con la orquesta de Alberto Mancione, con la que grabó la milonga Chuzas, y tras un breve paso por la orquesta de Ernesto Rossi (Tití), fue convocado por el maestro Fulvio Salamanca, con quien grabó éxitos como Así se baila hoy, Yo soy del tiempo aquél (de Rafael Moreno y el vals peruano Amarraditos, entre otros.

La etapa quizá más conocida de su trayectoria con las grandes formaciones orquestales la cumplió con Héctor Varela, con la que registró tangos como Lilián –uno de sus caballitos de batalla–, Qué tenés que hablar de mí, Esas cosas del corazón y Si me esperaras a mí.

Con la orquesta de Miguel Caló, otro de los próceres del tango, grabó A mucha honra y Dos fracasos y perteneciendo a esta formación fue solicitado por Fulvio Salamanca, su anterior director, para grabar, en 1963, el vals Amarraditos.

Cuando el interés por la música ciudadana empezaba a decaer en la Argentina, Luis Correa buscó otros escenarios como solista en Colombia y la continuó por América recorriendo Chile, Brasil, Uruguay, Puerto Rico, Ecuador y Venezuela.

De regreso en el país el pianista José Pepe Basso lo incorporó a su orquesta y con él hizo ocho registros, dos de ellos a dúo con Juan Carlos Godoy, en 1968. Entre ellos se destacan El rosal, Una piba como vos y la milonga Secuestro.

Luis Correa, el nombre artístico con el que fue conocido, aunque sus amigos en El Trébol lo llamaban Francis, actuó también en teatro, en radio y en televisión y alcanzó la cumbre de su carrera realizando una exitosa gira por los Estados Unidos, donde actuó en el Rincón Latino de la ciudad de Miami, y también en las ciudades de Nueva York y Los Ángeles.

Una prueba de su ductilidad la destacó el músico y compositor Eduardo Cortti al referirse a su paso por la orquesta de Salamanca cuando a pocas horas de iniciar una gira por Chile el vocalista Armando Guerrico tuvo un accidente automovilístico que le impidió grabar para el sello Phillips.

«Correa, que con un timbre de voz distinto era el encargado de interpretar los tangos «fuertes» del repertorio de Salamanca, subió su registro, llegó a los tonos de Guerrico y lo suplió con éxito», comentó Cortti en un reportaje.

De su ciclo con Salamanca también lo recuerda el contrabajista devenido cantor Julio Rodolfo, quien destacó la bonhomía de Luis Correa al pedirle que lo reemplazara en una actuación porque no se sentía bien de la garganta y tras ese inesperado debut le propuso que se postulara como sustituto de Armando Guerrico, que abandonaba la orquesta.

Salamanca, que se hallaba en una mesa cercana y oyó el diálogo, lo llamó a Rodolfo, le extendió una partitura que extrajo del bolsillo y le pidió que la ensayara.

Cuando llegó el momento de grabar –que de eso se trataba– el debutante estaba muy asustado, pero «Correa, que era un buen amigo, me llevó a tomar una ginebra y todo salió bien», recordaba Rodolfo.

Luis Correa grabó más de cien temas y no olvidó cantarles a ídolos populares como Carlos Monzón y Diego Maradona. Algunos de ellos se pueden escuchar en Youtube.

El hombre de familia

Luis Correa, hijo de Guillermo Luis Correa y Juana Andino, se casó con Ana Armanda Insúa, con quien tuvo dos hijos: Claudio Guillermo y Luis Martín.

Este último, que fue quien asumió el legado de su padre y con el mismo nombre artístico –Luis Correa– cumple este año veinticinco años de carrera profesional actuando también en Colombia, Venezuela y otros países de América latina como lo hizo aquél, cuenta una jugosa anécdota de la intimidad familiar.

«Mi papá –relata– era el único cantor de tangos que hacía la temporada de verano con su familia. En esa época los contratos eran para cantar todas las noches durante un mes o más en cada lugar y había mucho trabajo en el sur del país, así que él canjeaba el pasaje de avión y nos íbamos todos en auto.

«Él, un poco en broma, le decía mi vieja: “¿Dónde querés ir de vacaciones este verano?” Y entonces le contaba: “Mirá, tengo la posibilidad de que vayamos a tal lado”, y nos íbamos en auto. Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia, Río Gallegos, Ushuaia, lugares así. Imaginate las distancias, los caminos de ripio…, cruzar en ferry el canal de Magallanes, como hicimos dos veces.

«En esos lugares, de día vacacionábamos y de noche mi papá se iba a cantar».

En El Trébol

No hay precisiones respecto de la llegada a El Trébol de Luis Correa siendo ya una figura reconocida, pero se recuerda que hizo una presentación en la localidad en agosto de 1958.

Luego, en oportunidad más reciente, también cantó en el escenario de la plaza San Martín.

Hoy, en el aniversario de su fallecimiento, vale la pena recordarlo como a otros artistas –entre ellos Carlos Fredi– que sin dejar nunca de lado su apego a El Trébol pasearon su talento y su música por el país y el mundo.